El crottin de Rancho Santa Marina era una pieza curada durante aproximadamente veinte días en la cava natural del rancho, emprendimiento del quesero Javier Pérez Rocha que arropa un espacio dedicado al turismo rural, Javier Pérez se embarcó hace veinte años en la producción de quesos de leches de cabra, oveja o vaca, además de vinos naturales, que elabora con uvas de la variedad syrah.

El queso ganador llamó la atención del jurado internacional por su textura, la intensidad y equilibrio de sabor y una presencia impecable. En el jurado participaron especialistas locales -entre ellos, Gabriela Flores, Iñaki Tablero, Paulina Gómez, Lalo Plasencia y Emmanuel Chabre– e internacionales: los queseros españoles Rubén Valbuena (Quesería Garnja Cantagrullas) y Xesus Mazaira (Arias Moniz), y los afinadores y comerciantes de quesos Frederic Van Tricht (Bélgica), Davide Fiori Guffanti (Italia) y Jason Hinds (Gran Bretaña).

 Rancho Santa Marina ocupó el primer y segundo puestos del concurso con dos quesos de cabra de menos de veinte días de curación y pequeño formato (entre 50 y 60 gramos por pieza).

El concurso tuvo lugar en el marco del festival Viva el Queso celebrado los pasados 14 y 15 de octubre en las instalaciones de la Cava de Quesos Bocanegra, a las afueras de Tequisquiapan, que incluyó catas y demostraciones ofrecidas por maestros queseros locales y los miembros del jurado internacional. Iker Pedrero (socio fundador de Bocanegra) y el maestro quesero peruano Lee Salas Rosell son los creadores del evento.

Fuente: 7 Caníbales